El cine, desde sus comienzos, ha influido en la vida de las personas de muy diversas formas, no solo en modas y costumbres, sino también brindándonos conocimiento sobre acontecimientos políticos y sociales.
Cuando Hitler llego al poder en 1933 hizo del cine una de sus principales herramientas para hacer llegar sus ideas al pueblo. Josph Goebbels, ministro de propaganda e ilustración publica del tercer Reich, dijo una vez "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad", bajo esta premisa se hicieron películas propagandísticas en las que se podían observar valores del nazismo, un ejemplo es el filme Jud Süß dirigido por Veit Harlam. En dicho largometraje se puede observar la vida de los judíos desde una perspectiva antisemita, representándolos como seres físicamente poco agraciados, manipuladores, materialistas, inmorales y taimados. El mejor ejemplo de esto son los dos papeles interpretados por Werner Krauß, el rabino Loew y el secretario Levy.
El cine también ha tenido una gran influencia en el lenguaje, un muy claro ejemplo es la palabra paprazzi, creada en honor al personaje Paparazzo de la película La Dolce Vita, de Federico Fellini.
Si bien en la actualidad el cine ha dejado de ser el principal medio de comunicación, como lo fue desde 1985 hasta mediados de 1950, aun pueden seguir viéndose vestigios de su uso propagandístico, tomemos por ejemplo a Transformers de Michael Bay. En el primer filme de la saga podemos observar 64 marcas distintas; en la venganza de los caidos, 45; El Lado Oscuro de la Luna, 68; y en La era de la Extinción, 55. Sumando un total de 232 menciones a marcas, si, las películas son un comercial glorificado escondido detrás de una cinta con actores muy caros.
En conclusión, el cine es un medio de comunicación y expresión que puede llegar a las personas de diferentes maneras, desde convencernos de una opinión hasta hacernos comprar un producto. Siempre es importante saber que la realidad rara vez es retratada de una forma realista en el cine. Es muy conocido el mito de la caverna de Platón. En este mito, los hombres encadenados aceptan como realidad las sombras que se les proyectan. Sin embargo, cuando un hombre se libera, ve la realidad e intenta avisar a los demás, estos prefieren la imagen de las sombras reflejadas. Cuando pensamos en el hundimiento del Titanic no pensamos en las 1300 personas que murieron, sino que pensamos en Kate Winslet con los brazos extendidos en la proa del barco, acompañada por Leonardo DiCaprio.
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